El cerro del Corcovado es una de las atracciones turísticas más famosas y visitadas de Brasil. Se trata de una montaña de 710 metros de altura, situada en el Parque Nacional de la Tijuca, en la ciudad de Río de Janeiro. Su nombre significa “jorobado” en portugués, debido a su forma curva.
Pero lo que hace realmente especial al cerro del Corcovado es la impresionante estatua del Cristo Redentor que corona su cima. Esta obra maestra del arte religioso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, mide 38 metros de altura y pesa más de 1.000 toneladas. Fue inaugurada en 1931, después de nueve años de construcción, y desde entonces se ha convertido en un símbolo de la fe y la cultura brasileñas.
¿Cómo llegar al cerro del Corcovado?
Hay varias formas de acceder al cerro del Corcovado y disfrutar de sus vistas panorámicas de la ciudad y la bahía de Guanabara. La más popular y tradicional es el tren eléctrico que sale desde la estación de Cosme Velho y recorre 3,8 kilómetros por la selva tropical hasta llegar a la base de la estatua. El trayecto dura unos 20 minutos y tiene un costo de 79 reales (unos 15 dólares) por persona ida y vuelta.
Otra opción es tomar una furgoneta autorizada que sale desde varios puntos de la ciudad, como Largo do Machado, Copacabana o Barra da Tijuca, y llega hasta el mismo lugar que el tren. El precio varía según el punto de partida, pero ronda los 60 reales (unos 11 dólares) por persona ida y vuelta.
También se puede subir al cerro del Corcovado en coche particular o taxi, pero hay que tener en cuenta que el estacionamiento es limitado y se cobra una tarifa adicional. Además, se debe comprar el boleto para acceder a la estatua por internet o en las taquillas del Parque Lage o del Centro de Visitantes Paineiras.
Por último, para los más aventureros y amantes de la naturaleza, existe la posibilidad de hacer una caminata por uno de los senderos que parten desde el Parque Lage o desde Paineiras y llegan hasta la cima del cerro. El recorrido es de unos 4 kilómetros y tiene una duración aproximada de dos horas. Se recomienda llevar agua, protector solar, repelente y calzado adecuado.
¿Qué hacer en el cerro del Corcovado?
Una vez en la cima del cerro del Corcovado, lo primero que hay que hacer es admirar la majestuosa estatua del Cristo Redentor, que se alza sobre un pedestal de 8 metros y extiende sus brazos sobre la ciudad como si la bendijera. Se puede rodear la estatua por una pasarela circular y tomar fotografías desde diferentes ángulos. También se puede subir por unas escaleras o por un ascensor hasta el interior del pedestal, donde hay una capilla dedicada a Nuestra Señora de Aparecida, la patrona de Brasil.
Pero no solo la estatua merece la atención. Desde el mirador del cerro del Corcovado se puede contemplar una vista espectacular de Río de Janeiro y sus principales atracciones, como el Pan de Azúcar, el Maracaná, el Sambódromo o las playas de Copacabana e Ipanema. Si el día está despejado, se puede ver incluso hasta Niterói, al otro lado de la bahía. Es un lugar ideal para tomar fotos panorámicas y disfrutar del paisaje.
Además, en el cerro del Corcovado hay otras instalaciones que se pueden visitar, como un centro de visitantes con información sobre la historia y el funcionamiento del tren eléctrico, una tienda de souvenirs con artículos relacionados con el Cristo Redentor y el Parque Nacional de la Tijuca, y una cafetería donde se puede tomar un refrigerio o un café.
¿Cuándo visitar el cerro del Corcovado?
El cerro del Corcovado está abierto al público todos los días del año, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la noche. Sin embargo, hay algunos factores que se deben tener en cuenta a la hora de planificar la visita, como el clima, la temporada y el horario.
El clima en Río de Janeiro es tropical, con temperaturas altas y humedad durante todo el año. Sin embargo, también es variable y puede haber días nublados o lluviosos que impidan ver bien la estatua o el paisaje. Por eso, se recomienda consultar el pronóstico del tiempo antes de ir y llevar una chaqueta ligera por si refresca.
La temporada también influye en la afluencia de visitantes al cerro del Corcovado. Los meses más concurridos son diciembre, enero y febrero, que coinciden con las vacaciones de verano en Brasil y con el Carnaval. En esos períodos, se puede esperar largas filas para comprar los boletos o subir al tren o a la furgoneta. Por eso, se aconseja comprar los boletos por internet con anticipación y llegar temprano al punto de partida.
El horario también es importante para disfrutar de la mejor vista desde el cerro del Corcovado. Muchos turistas prefieren ir al atardecer, cuando el sol se pone detrás del Pan de Azúcar y tiñe el cielo de colores. Otros optan por ir al amanecer, cuando hay menos gente y se puede ver el despertar de la ciudad. También hay quien va de noche, cuando la estatua se ilumina y crea un contraste con la oscuridad.
Preguntas frecuentes
- ¿Cuánto cuesta la entrada al cerro del Corcovado?
La entrada al cerro del Corcovado incluye el transporte (tren o furgoneta) y el acceso a la estatua del Cristo Redentor. El precio varía según el medio de transporte y el punto de partida, pero ronda los 60-80 reales (unos 11-15 dólares) por persona ida y vuelta.
- ¿Se puede subir al cerro del Corcovado sin transporte?
Sí, se puede subir al cerro del Corcovado caminando por uno de los senderos que parten desde el Parque Lage o desde Paineiras. El recorrido es de unos 4 kilómetros y tiene una duración aproximada de dos horas. Se recomienda llevar agua, protector solar, repelente y calzado adecuado.
- ¿Qué horario tiene el cerro del Corcovado?
El cerro del Corcovado está abierto al público todos los días del año, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la noche.
- ¿Qué se puede hacer en el cerro del Corcovado?
En el cerro del Corcovado se puede admirar la estatua del Cristo Redentor, que mide 38 metros de altura y pesa más de 1.000 toneladas. También se puede disfrutar de una vista panorámica de Río de Janeiro y sus principales atracciones, como el Pan de Azúcar, el Maracaná, el Sambódromo o las playas de Copacabana e Ipanema. Además, se puede visitar un centro de visitantes, una tienda de souvenirs y una cafetería.
Conclusión:
El cerro del Corcovado es un destino que no puedes perderte si visitas Brasil. No solo podrás admirar la impresionante estatua del Cristo Redentor, sino también disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad de Río de Janeiro y de la exuberante vegetación del Parque Nacional de la Tijuca. Además, podrás conocer más sobre la historia y la cultura de este país, visitando el museo, el tren y las capillas que se encuentran en el cerro. El cerro del Corcovado es un lugar que te hará sentir la magia y la diversidad de Brasil. ¿Qué esperas para reservar tu visita?